Ayudar al otro, interesarnos por las cosas que le pasan a los demás, buscar el crecimiento de los que tenemos al lado, e incluso de personas que no conoces… eso es algo que no sale naturalmente, no es algo innato, o propio de la humanidad. Mucho menos pertenece a nuestros tiempos, donde todo está lleno de egoísmo, de “sálvese quien pueda”. Y lamentablemente eso a veces forma parte de las iglesias cristianas.
Sin embargo Jesús dice: Felices son los compasivos, los que tienen misericordia, lo que ayudan… Aquellos que ven el sufrimiento ajeno y no pueden pasar de largo. Como el buen samaritano, otra historia contada por Jesús.
En un contexto lleno de egos, de vanidad… es bueno pensar en la piedad, la generosidad, la ayuda al otro.
Jesús dijo: Si ustedes son compasivos, Dios será compasivo con ustedes. Perdonen y serán perdonados.