¿Por qué tengo que creer en Dios?

Quiero responder, y corregir esta pregunta. No es simplemente por qué, sino más bien, para qué. El creer en Dios no es un simple producto del pasado, sino una esperanza en el futuro. Pero si querés saber por qué, la respuesta es simplemente “porque es Dios”. Y si Él es Dios, cómo no vamos a creer o tener fe en Él.

Claro, muchos podrían decir: “¿Y cómo sé que Dios existe?” o “Yo no creo en nada que no pueda ver”. Pero dejame hacerte una pregunta: ¿Cómo sabe un ciego que todo existe? ¿cómo sabe un ciego cómo es un árbol? ¿cómo sabe qué hora del día es? Simplemente tiene fe en el testimonio de otros. Pero también lo puede experimentar con sus otros sentidos. ¡Y eso es lo que te animo que hagas!

La Biblia dice que los atributos de Dios, como su poder y su esencia divina, se pueden ver a través de la creación: lo que es espiritual e invisible a nuestros ojos, se puede ver a través de las cosas creadas. Se vuelve visible, por ejemplo, en la perfección del funcionamiento de todas las cosas: desde la naturaleza hasta nuestros propios cuerpos.

Pero lo importante no es solamente el por qué, sino el para qué

Creemos en Dios para poder tener una relación de amistad con nuestro creador. Nuestros caminos, ajenos a Dios, nos han conducido a lugares lejanos, a otras cosas. Pero el camino que Dios Padre nos pide nos llevará hasta Él, no solamente en esta vida, sino también en la eternidad, después de la muerte. Dios Padre nos pide que sigamos a Jesús, y nos dice que él es el camino a la vida eterna.
Un día todo terminará, y existirán dos destinos: con Dios o sin Dios. Nosotros no creemos solamente porque sino que creemos para aceptar la invitación que Dios nos dió a través de Jesús: la eternidad junto con Él.

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